Hace 31 años atrás, el Senado sancionaba la ley que permitía la creación de la Universidad Nacional de La Matanza.
Hoy, a pesar del difícil contexto que nos toca atravesar como sociedad, queremos conmemorar el paso del tiempo que permitió el crecimiento de nuestra institución educativa.
De la misma manera, agradecemos a todas aquellas personas que fueron, son y serán parte del esfuerzo, la dedicación, el profesionalismo y la vocación por construir, a través de la educación pública y de calidad, el camino hacia la excelencia en la UNLaM.